El e-commerce o también llamado comercio electrónico es cualquier proceso de compra/venta de productos o prestación de servicios que se produzca usando internet, donde las transacciones de cobro y pago sean digitales.
Sacando esa definición teórica, el e-commerce está asociado a las tiendas online.
En los últimos tiempos (sobre todo después de la pandemia de 2020), fue uno de los sectores que más revolucionó al mercado, entregando un nivel de comodidad y personalización nunca antes visto. En 2022 casi la mitad de la población mundial ha comprado online alguna vez y se espera que para 2025 las ventas del sector alcancen los casi 8 mil millones de dólares.
Tipos de e-commerce
Según el tipo de perfil comercial que tengamos:
B2B (Business to Business): Empresas que venden sus productos o entregan sus servicios a otras empresas, un laboratorio que le vende medicamentos exclusivamente a droguerías o farmacias es un buen ejemplo de esto.
B2C (Business to Consumer): El más común de todos, cuando las empresas le venden a un consumidor final, como por ejemplo, una tienda de ropa, zapatos o tecnología.
D2C (Direct to consumer): Cuando un fabricante vende sus productos al consumidor final sin pasar por un distribuidor o intermediario. Por ejemplo, marcas como Adidas, HP o Zara ya están implementando este modelo hace un tiempo.
C2B (Consumer to Business): Cuando un particular le vende a una empresa, un claro ejemplo son los portales de empleo freelance como Fiverr o la publicidad que le hace un influencer a una marca.
C2C (Consumer to Consumer): Empresas que ponen en contacto a un consumidor final con otro para que puedan comprarse o venderse productos entre sí. Uno de los ejemplos más conocidos es eBay.
Según el modelo de negocio:
Tienda propia: El modelo más común y sencillo, consiste en una tienda exclusivamente online o la versión digital de una tienda física de una marca que vende productos propios.
Dropshipping: Para el cliente es idéntico a una tienda normal, pero en este modelo de negocio el vendedor solo se encarga de promocionar y vender el producto, ya que el almacenamiento y envío del mismo es gestionado por un tercero.
Marketplace: La tienda de tiendas, un lugar donde diferentes empresas y marcas venden sus productos. Ejemplos de esto pueden ser sitios como Amazon o Mercado Libre.
Afiliación: En este caso, una empresa le paga una comisión a un tercero para que le promocione sus productos. Normalmente, el afiliado pone un enlace para redirigir a los clientes a la tienda que lo está contratando para que se concrete la venta.
Suscripción: Cuando las empresas ofrecen una entrega periódica de un producto o servicio a cambio de una membresía semanal, mensual o anual.
Pros y contras
Ya comentamos que el e-commerce viene siendo una de las grandes revoluciones en la forma de vender y es muy adaptable a los distintos sectores, pero como todo, tiene cosas buenas y otras a las que hay que analizar antes de lanzarse a vender por internet
Pros
Alcance: Ninguna tienda física puede llegar a tener el alcance que tiene una tienda digital, poder comprar y vender desde cualquier parte del mundo nos da la posibilidad de conseguir muchos más clientes.
Disponibilidad: Las tiendas tradicionales funcionan con un horario predeterminado, mientras que gracias al e-commerce, tu tienda puede estar disponible las 24hrs, los 365 del año.
Bajo costo: Es incomparable la diferencia de inversión que podemos tener entre una tienda física y una digital. Mientras que con la digital solo tenés que pagarle a un proveedor por el servicio, abrir un local físico implica el pago de un alquiler, gastos de mantenimiento, sueldos de empleados, entre otros.
Mayor potencial de crecimiento: Siempre y cuando hayas contratado un buen servidor que soporte un gran número de tráfico en tu sitio, tenés la oportunidad de que miles de personas puedan estar comprándote al mismo tiempo, sin que tengas que depender de un espacio limitado o recursos humanos insuficientes para atender a los clientes.
La capacidad de complementarse que tienen los beneficios que te acabo de mencionar hacen parecer al e-commerce como una mina de oro, pero no todo es color de rosas: Hay cosas con las que hay que tener mucha precaución.
Contras
Miedo al fraude: Por más que las tiendas digitales existen desde hace más de 20 años y las pasarelas de pago son cada día más seguras, hay personas que todavía desconfían del pago electrónico. La encriptación SSL (https) puede llegar a ayudarnos a lograr esa confianza, siempre y cuando la gente sepa lo que es.
Tecnología e internet: Aunque este punto sea la esencia del e-commerce, y el que nos permite disfrutar de todos sus beneficios, hay ciertos aspectos que se nos pueden escapar. Ofrecer nuestros productos a un sector donde el público sea de edad avanzada o “menos tecnológico” puede traernos ciertas complicaciones a la hora de vender.
Prueba de productos: Tener la posibilidad de poder probar los productos es esencial para la experiencia de usuario. En rubros como la moda, por ejemplo, esto puede ser un limitante. Para combatir esto podemos intentar redactar unas buenas descripciones, tener fotos y videos en buena calidad, una política de devoluciones eficiente y hasta el uso de realidad aumentada para acercar al cliente con el producto deseado.
Competencia: Ya que el e-commerce es tan accesible a la hora de abrir nuestra tienda online, hace que tengamos que lidiar con mucha competencia. Para esto es indispensable una inversión de tiempo, recursos y una buena estrategia de marketing y SEO para destacar y ser más visibles.
Perfecto, ya sabemos lo que es el e-commerce pero, ¿cómo hago para crear la tienda para mi emprendimiento?
Para eso estamos nosotros ➡ ¡Crea tu tienda digital!